Las amenazas se encuentran dentro de los llamados delitos contra la libertad ya que atentan directamente contra la capacidad para vivir que tiene una persona en una sociedad. Una amenaza se basa en comunicar un mal que sea delito contra su persona, su propiedad o su familia.
La gran comunicación en la red y la facilidad de cometer delitos por amenazas a través de medios escritos o mediante vídeos o audios da lugar a que se creen penas para este tipo de ciberacoso.
La pena sentenciada por ese tipo de amenazas está entre dos años y medio de prisión hasta cinco si se establece alguna condición y esta llega a ser cumplida. Por ejemplo, si una persona amenaza a otra a través de internet con la intención de que le pague y llega a ser pagada, la pena llegaría a ser de cinco años. Sin embargo, si no llegase a darle el dinero su sentencia sería de tres años de prisión.Un caso real que sucedió fue la condena de un señor en León por amenazar e injuriar en Twitter a una persona con más de sesenta twits y correos electrónicos tan solo en el mes de abril. Fue condenado con 20 días de multa. En caso de no cumplirla podría enfrentarse a la privación de su libertad cada dos cuotas no cumplidas.
